Maratón de Madrid

El que piense que la Maratón es sólo una prueba atlética, una simple carrera de fondo, está muy alejado de la realidad. Mucho se ha escrito acerca de la magia que envuelve esta distancia. Durante los 42 Km y casi 200 metros que dura la competición se entremezclan palabras y calificativos con una inusitada intensidad que todos los que os dedicáis a esto habéis sentido en vuestras carnes: aventura, épica, dolor, sufrimiento, superación, coraje, emoción, llanto, dureza, límite, agonía, felicidad, compañerismo, nervios, ilusión, excitación, impotencia,.... y muchas más.

Quizás por eso la Maratón es altamente adictiva: A mayor reto, mayor satisfacción personal conseguirlo. En ese sentido, lograr derrotar a la distancia; lograr sentirse vencedor de esa lucha desigual cuerpo a cuerpo; lograr salir victorioso después de tenerte a su merced ese enorme monstruo que es la carrera; cruzar por meta después de haber pasado momentos literalmente destrozado, casi humillado, es una de las sensaciones más únicas y de indescriptible felicidad que se puede vivir... la de renacer como ave Fénix y lanzarse a correr ese último km que te lleva al arco de meta....¡¡¡Lo he logrado!!! Después de esto, soy capaz de enfrentarme a cualquier cosa.

Vayamos a lo vivido:

El domingo 17 de Abril se celebró la XXXIII edición de la Maratón Popular de Madrid (MAPOMA), la ilusión de muchas horas de entrenamiento de casi 10.300 personas puestas en esta carrera.

A las 6 de la mañana sonó el despertador, mientras me vestía recibí un sms de mi amigo Daniel dándome fuerza y mucho ánimo para la carrera. Luego junto a Pepe nos acercamos a un parque mientras Fuenlabrada aún dormía para mover las piernas, hacer algunos estiramientos y respirar aire fresco.

A las 7:30 cogemos el tren hasta la estación de Atocha, nos acompañan Antonio y Félix (familia de Pepe) para estar con nosotros antes de la carrera, las risas y el buen ambiente hicieron que los nervios permanecieran ocultos.

Desde Atocha andamos hasta llegar al Paseo de recoletos donde daría comienzo la maratón y la carrera de 10Km. El ambiente era espectacular, miles de personas y miles de sueños se concentraban esperando el pistoletazo de salida.

A las 9:00 daba comienzo la maratón.

Ritmo suave, cómodo y constante esa era la táctica.

Seguimos por el Paseo de la Castellana, pasamos el Estadio Santiago Bernabéu, hasta llegar al km4 donde llegamos a la bifurcación de ambas carreras, fue emocionante escuchar esos aplausos y ánimos por parte de los que corrían los 10Km.

Seguían pasando los km y verdaderamente estaba disfrutando.

Sobre el km18 dejamos atrás la Pta. Del Sol, Plaza Mayor, Palacio Real y las buenas sensaciones continuaban. El paso por la media maratón fue de 2h4min.

Luego entramos en la Casa de Campo y a partir del km27 me noto mal, algo falla, las sensaciones no son buenas y las piernas las noto muy cargadas.

Le digo a Pepe que tire que yo sigo a mi ritmo. El me intenta esperar y me anima a seguir pero no podía. El objetivo de las 4horas se me viene abajo. Necesito bajar el ritmo pero las piernas me piden que pare. Comienzo a andar. Los km pasaban muy lentos, con los ánimos de la gente me llegué a emocionar por la impotencia.

En estos momentos mi idea fue continuar y acabar como fuera, nadie me dijo que esto fuera a ser fácil.

El salir de la casa de campo me vino bien para coger confianza, ya estaba por el km 33 y simplemente tenía que tener paciencia, porque lo iba a conseguir. Los km iban cayendo a fuerza de voluntad y de constancia.

Los últimos 2km fueron para disfrutar, la maratón estaba acabada.

Al entrar en el parque del Retiro me invade esa sensación de haber cumplido un sueño.
Ya se podía ver la meta al fondo.
De pronto veo aparecer a Pepe que salta de la valla y viene corriendo hacia mí, nos pegamos un abrazo y entramos juntos en meta. En ese momento me emociono y lloro de alegría.

Gracias a todos los que me han apoyado a conseguir este bonito reto personal.

Enlace del vídeo de mi entrada en meta:
http://www.corriendovoy.com/video.php?id=381&video=26399